Ar prinsipio to era oscuriá y Dió nuestro señó creó la lú. Asín le queó to enfocao, pero no había casi de ná y era aburrío. Entonse se rascó la cabesa y se dijo:
- Joé qué muermo, ví a creá argo má grasioso.
Y hiso las planta vegetale y los yerbajo. Pero entoavía era soso er mundo y Dió se jartaba de eshar siesta porque aún saburría.
- Yastá – pensó — haré lo animale pa que se meneen un poquiyo y me den argo de chou espestacular.
Y hiso lo bishos. Le salieron de tó los tamaño y colore, pelúos,
plumaos, carvos, con pata y sin pata, con