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La Edad de Piedra es el período más largo de la historia de la humanidad, que abarcó desde hace aproximadamente 3.4 millones de años hasta hace unos 4,000 años antes de Cristo. Durante este tiempo, los seres humanos se encontraban en diferentes etapas de desarrollo tecnológico, y la forma en que producían herramientas y vivían su vida diaria estaba determinada en gran medida por las herramientas que utilizaban.

La Edad de Piedra se divide en tres períodos principales: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico. El Paleolítico, que es la etapa más temprana de la Edad de Piedra, comenzó hace unos 3.4 millones de años y terminó alrededor de 10,000 antes de Cristo. Durante este período, los seres humanos producían herramientas de piedra y vivían como cazadores-recolectores.

El Mesolítico comenzó alrededor de 10,000 antes de Cristo y se caracterizó por el desarrollo de herramientas más sofisticadas, como las hachas de piedra pulida. Durante este período, la gente comenzó a domesticar animales y a cultivar plantas, aunque todavía dependían en gran medida de la caza y la recolección.

El Neolítico, que comenzó alrededor de 4,000 antes de Cristo, marcó el comienzo de la Revolución Agrícola y el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales. Con el desarrollo de la agricultura, la gente comenzó a asentarse en comunidades más grandes y a construir estructuras permanentes, lo que marcó el comienzo de la civilización.

Antes se pensaba que solo los humanos y los homínidos tenían un registro arqueológico reconocido del uso de herramientas de piedra, pero ahora se sabe que varias especies de primates también las utilizan. Los chimpancés, por ejemplo, utilizan herramientas de martillo y yunque desde hace 4.300 años, y los monos capuchinos en Brasil también usan herramientas de piedra para romper nueces. Los macacos de cola larga en Tailandia también usan herramientas de piedra para abrir conchas. El uso de herramientas es un comportamiento socialmente aprendido y se ha convertido en parte de la cultura de cada especie. Las herramientas de piedra son valiosas para la comunidad investigadora porque duran mucho tiempo, y el estudio de las herramientas de los primates puede ayudar a los arqueólogos a imaginar herramientas humanas que se descompusieron hace mucho tiempo.