Ajuca

Con la llegada del frío a España y el precio de la luz y gasolina por las nubes, muchas familias temen que las facturas en casa puedan dispararse. Según la Organización de Consumidores y Usuarios , cada hogar español se gasta unos 600 euros al año en calefacción. Teniendo en cuenta estos aspectos, reducir el consumo de electricidad o gas a través de una disminución en el uso de la calefacción y poder ahorrar cada mes en el recibo es algo que todos hemos pensado, sobre todo durante los meses en los que aumentamos nuestro consumo.

Las bombas de calor

Su funcionamiento se basa en splits de aire acondicionado o sistemas de aerotermia, que calientan el agua de un circuito, un proceso parecido al de una caldera. Sin embargo, requieren la instalación de unidades en el exterior y para los sistemas de aerotermia la inversión inicial es elevada.

Una de las ventajas es que son bastante eficientes y por cada kWh/hora que consumen electricidad generan 4 kWh de calor.

El precio anual es de aproximadamente 339 euros y son consideradas una alternativa renovable para la climatización. Sin embargo, requieren la instalación de unidades en el exterior y para los sistemas de aerotermia la inversión inicial es elevada.

Acumuladores y radiadores eléctricos

Un aspecto muy positivo de la calefacción eléctrica con acumuladores es que se aprovecha la tarifa de discriminación horaria para poder almacenar el calor durante la noche y utilizarlo en el día. Estos acumuladores gastan unos 822 euros al año, y los radiadores convencionales unos 934 euros al año.

Este tipo de mecanismos es aconsejable sólo si vives en un lugar muy templado. También son recomendadas para segundas viviendas en las que no se resida de forma habitual y para aquellas en las que no se pueda hacer obra ya que, si se usan como mecanismo de calefacción para el día a día, el coste de la factura se dispara.

Calderas de Gasóleo

No obstante, suele ser común en viviendas aisladas, con espacio y sin acceso a la red de gas, pero actualmente no se recomienda su instalación. Desde la OCU recomiendan que, si tienes una caldera de gasóleo, la sustituyas por un sistema más eficiente y menos contaminante. Además, tampoco es que sean extremadamente baratas pues el precio del gasóleo es alto y continúa subiendo, suponen un gasto de 653 euros al año y además, requieren de un depósito donde almacenar el gasóleo.

Caldera de gas natural

Muchas de las calderas en funcionamiento no son de condensación y son poco eficientes, por lo que, si tienes una caldera antigua, valora sustituirla por un modelo nuevo u otra tecnología. Pero hay que tener en cuenta que se necesita acceso al suministro de gas canalizado y tiene unos costes de instalación elevados, unos 4.000 € la instalación al completo.

Caldera o estufa de pellets

Empezamos por la instalación de una caldera o estufa de pellets, que es una de las opciones que más abarata el precio de la calefacción, incluso más que con una de gas natural. Su costo es concretamente de 313 euros al año.

No obstante, esta opción tiene algunos inconvenientes pues requiere de una gran cantidad de espacio libre para almacenar el combustible, por lo que solo interesan en viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos. Otro aspecto que debes tener en cuenta es que a partir del 1 de enero de 2022, no se permitirá ni la venta al consumidor final ni la instalación de estufas en hogares si no cumplen el Reglamento (UE) 2015/1185 sobre diseño ecológico.