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A lo largo de la Historia, ha habido muchas prostitutas que han alcanzado importantes cuotas de poder, influencia y popularidad. Su habilidad para utilizar todas las armas de las que disponían -desde su belleza y su encanto al contacto directo con personajes poderosos, las ha permitido no solo convertirse en personajes muy populares en su momento-, sino también tener una gran influencia sobre las decisiones de muchas Cortes y Estados europeos.

Quiénes fueron las prostitutas más famosas

Puede que muchas de ellas no aparezcan en los libros de Historia, pero han jugado papeles muy importantes en las decisiones de políticos, banqueros y reyes en momentos clave. Eso sin contar los servicios que han prestado a la Medicina y la Sexología: dos de los sexólogos más importantes de la Historia, Virginia Johnson y William Masters, comenzaron sus investigaciones sobre la sexualidad humana con un grupo formado por cuarenta prostitutas que se prestaron a masturbarse mientras permitían que se midiesen sus reacciones fisiológicas. Gracias a este estudio, Masters y Johnson hicieron descubrimientos clave para entender la sexualidad humana, por lo que sin estas prostitutas nuestro conocimiento actual sobre el orgasmo femenino sería mucho más pobre. Pero no son los únicos ejemplos. Aquí hemos reunido unos cuantos más.

La Flaca

Además de una conocida canción, la Flaca fue el nombre de una conocida prostituta chilena de los años veinte. Desempeñaba su trabajo en el norte del país, donde había un asentamiento de miles de obreros dedicados a las minas de salitre. La cantidad de hombres que vivían solos en esa zona había atraído a una gran cantidad de prostitutas, que tenían el trabajo asegurado con los miles de obreros. Sin embargo, en 1926 los trabajadores iniciaron una huelga para pedir un aumento del salario. Los días de huelga fueron pasando y los obreros se quedaron sin dinero, por lo que no podían pagar a las prostitutas. Muchas habían empezado a marcharse, pero en una asamblea, la Flaca tomó la palabra y propuso hacer “una olla común de amor y sexo”. Es decir, las prostitutas apuntaban los servicios y los dejaban a cuenta esperando a que se resolviese la situación. Cuando los obreros ganaron la huelga y consiguieron una aumento del 4% en sus salarios, las prostitutas reclamaron las deudas aplicando ese mismo porcentaje.

Dolores Díaz

Apodada “la coyotita”, esta prostituta mexicana jugó un importante papel en la guerra de su país contra Estados Unidos. Se dirigió con sus chicas a la guarnición de la ciudad de Morelos, que estaba bajo control estadounidense, y se entregó. Cuando los soldados las vieron llegar, abandonaron sus obligaciones y pasaron la noche en una fiesta de alcohol y sexo. Los hombres de Villa, que ya estaban avisados, entraron en la guarnición y acabaron con todos los enemigos, que ni siquiera prestaron resistencia porque estaban demasiado borrachos.

Madame de Pompadour

Jeanne-Antoinette Poisson, conocida después como Madame de Pompaudour, llegó a ser una de las personas más influyentes de Francia durante el reinado de Luis XV, que le consultaba muchas de sus decisiones. Su especialidad era flagelar a los clientes y atarlos con arneses, lo que hoy conoceríamos como una dominatrix. El rey se enamoró de ella cuando la vio ejercer sus artes en un salón de París y se la llevó a la Corte. Ya en el palacio, tuvo que luchar por los favores del monarca con su otra favorita, la duquesa de Chateauroux, y no se anduvo con tonterías: usó la magia negra y el veneno hasta que, temiendo por su vida, la duquesa se retiró a un convento.

Teodora de Bizancio

Como prostituta, su especialidad era un curioso striptease en el que se cubría con granos las partes estratégicas de su anatomía. Entonces, sobre el escenario aparecía una bandada de gansos que los iban picoteando mientras ella gemía de placer. Su éxito fue tal que con diecinueve años ya dirigía su propio prostíbulo y acumulaba importantes riquezas. Pero no solo eso: Teodora llegaría a convertirse en la esposa del príncipe Justiniano, poseedor de un enorme imperio. Cuando lo hizo no olvidó a sus antiguas compañeras de profesión y pidió a su marido que promulgase leyes para la protección de las prostitutas.

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