Ajuca

Según un estudio, hacer la cama por la mañana nos hace más feliz y ayuda a tener una noche de sueño más saludable después. Pero a veces, incluso los hábitos más inofensivos pueden tener efectos nocivos, ya que los científicos han realizado nuevos descubrimientos al respecto.

Según otro estudio, tomarse el tiempo para hacer la cama no solo te calma a ti, sino que además crea un hogar acogedor para los ácaros del polvo. No puedes verlos sin un microscopio, y puedes pensar que el lugar está limpio, cuando en realidad no es así.

A los ácaros les encanta vivir en los espacios oscuros y húmedos del colchón y de las almohadas, y se alimentan de las células muertas de la piel. Cuando haces la cama por la mañana, los “cubres” y les creas un ambiente ideal con la manta. Por la noche, el ejército (que ahora se ha multiplicado) comienza a hacer su trabajo sucio. Entre los efectos desagradables, puede haber irritaciones de la piel e incluso acné.

Los ácaros del polvo defecan en la ropa de cama

Mientras se alimentan de las células muertas de la piel, dejan sus “heces” en las sábanas. Sí, los ácaros defecan justo en el lugar donde se supone que debes dormir cómodamente después de un día duro. Sus heces provocan muchas reacciones alérgicas en los humanos. Puede que tengas los ojos irritados, estornudos e incluso asma. pueden ser provocados por los ácaros

Incluso cuando están muertos, puedes inhalar sus restos cuando duermes. Los científicos afirman que esto es potencialmente peligroso para las personas que son alérgicas, ya que inhalar estos organismos muertos puede provocar el empeoramiento de la condición.

Los ácaros de la cama no toleran la luz del sol

Si dejas la cama destapada por la mañana, los ácaros serán vulnerables al aire fresco y a la luz del sol, que son sus asesinos naturales. Por eso es tan importante dejar que tu cama “respire” durante unas horas, en lugar de “proteger” a estos intrusos bajo las mantas.