Ajuca

GINEBRA, 12 de mayo de 2005  ―  Las enfermeras de todo el mundo aprovechan la ocasión del Día Internacional de la Enfermera para señalar a la atención del público el enorme aumento de los medicamentos falsificados en el mercado mundial actual.  Según estimaciones de la OMS, uno de cada 10 medicamentos vendidos en el mundo está falsificado y no tiene absolutamente ningún efecto médico.  En los países en desarrollo, hasta el 25% de los medicamentos utilizados...
están falsificados o son de calidad inferior.  Según ciertas estimaciones, los beneficios mundiales de los medicamentos falsificados ascienden cada año a más de 32.000 millones de dólares.¹

La falsificación no sólo es costosa para los consumidores, es un sector criminal especialmente serio porque pone en peligro la vida y el bienestar de los pacientes, da lugar a pérdida de confianza en la profesión médica y en la calidad, la seguridad y la eficiencia de los medicamentos que los médicos recetan.

Los medicamentos falsificados pueden matar.  En 1992, murieron 233 niños de Bangladesh después de tomar un jarabe a base de paracetamol coloreado con anticongelante.  En 1995, murieron 2.500 niños en Níger después de haber sido vacunados contra la meningitis con vacunas falsificadas.  Del millón de muertes que causa el paludismo cada año, podrían evitarse hasta 200.000 si los medicamentos disponibles fueran eficaces y de buena calidad y se utilizaran adecuadamente.

“Los pacientes y los consumidores son las primeras víctimas de los medicamentos falsificados.  Para protegerlos de los efectos perniciosos de esos medicamentos, es preciso facilitarles formación e información adecuadas en cuanto a las consecuencias de tales medicamentos“, afirma Christine Hancock, Presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras.  “En tanto que dispensadoras vanguardistas de atención de salud, las enfermeras son de vital importancia para incrementar la vigilancia contra los medicamentos falsificados y la información sobre ellos.”

En su campaña para mejorar la seguridad de los pacientes, las enfermeras de todo el mundo esperan hacer a las personas más conscientes de la disponibilidad, cada vez mayor, de medicamentos falsificados y de baja calidad, e influir a favor de unos precios equitativos de los medicamentos ya que su elevado coste en los países en desarrollo hace que sean inasequibles para amplios sectores de la población y aumenta el riesgo de falsificación, además de que impulsa a las personas que no pueden pagar los medicamentos legales a buscar fuentes alternativas.  El CIE colabora en esta iniciativa con los gobiernos, la industria y las autoridades de reglamentación y anima a las asociaciones nacionales de enfermeras a que hagan otro tanto en el plano nacional.

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