1. El tanque del zar.
Durante el año 1914 se comenzó a desarrollar esta gran máquina también conocida como "tanque murciélago". En las guerras de ésta época, no se usaban vehículos ni tanques, simplemente los soldados iban a pie o a caballo. Los rusos, decidieron crear un tanque que directamente pudiera destruir bosques, superar grandes obstaculos y literalmente "aplastar" al enemigo. Sería algo colosal y que permitiría ganar guerras con realtiva facilidad.
Sin embargo, para que el tanque pudiera superar grandes baches y obstáculos, los rusos no pensaron en la "oruga" sino en ruedas... y claro, estas debían ser lo más grandes posibles para que el tanque no quedase atascado con facilidad.
Tenía 3 ruedas, en forma de triciclo. Las dos delanteras medían 9 metros de altura y la trasera (mucho más pequeña) 1,5 metros. La torreta superior casi alcanzaba una altura de 8 metros. La carrocería tenía 12 metros de ancho y dos cañones más, montados en barbetas. Se había planeado montar armamento adicional bajo esta. Cada rueda era impulsada por un motor Sunbeam de 250 caballos de potencia.
Finalmente el proyecto fue desechado ya que el tanque era tan grande y pesaba tanto (40 toneladas) que se atascaba con facilidad, y necesitaba de un motor más potente. También, debido al tamaño, quedaba muy expuesto al fuego enemigo. Además su producción era muy cara (250 000 rublos), así que se canceló su procción. El tanque fue abandonado en el lugar de las pruebas, a unos 60 kilómetros de Moscú, hasta que fue desmantelado como chatarra en 1923.
Como curiosidad, aquí podéis ver su recreación en un videojuego de guerra.
2. El cañón del zar.
Fue puesto en servicio en 1586 por el zar Fíodor I de Rúsia. Es el tanque más grande jamás construido. Su impactante tamaño, su cuidada decoración y su impresionante munición hacen de el algo impresionante.
Sin embargo... nunca llegó a usarse. De hecho el tanque no sería capaz de disparar las bolas de dos toneladas entre otras cosas, porque no caben por abertura. Puede que fuera diseñado para disparar metralla, o simplemente como arma disuasoria.
Según la leyenda, los proyectiles fueron fabricados en San Petersburgo una pulgada demasiado grandes, a modo de broma teniendo en cuenta la eterna rivalidad amistosa existente entre Moscú y San Petersburgo.
Originalmente su base (o cureña) era de madera, pero fue arrasada en un inecndio, y el cañón quedó abandonado en un descampado hasta su recuperación en 1835.
De nuevo, podéis ver, como actualmente este tipo de armas todavía se siguen usando... pero en videojuegos.
3. La bomba atómica del zar.
Para concluir con esta historia, vamos a mostraros la bomba atómica más grande del mundo. Como de costumbre, está fabricada en rusia, tiene el calificativo del "zar" y no tiene ninguna utilidad para variar.
Debido a su enorme tamaño, esta bomba no era práctica para su uso real, y fue creada principalmente con motivos de investigación científica y propagandísticos. Sin embargo si que se llegó a construir e incluso a detonar.
Su potencia era unas 3900 veces superior a las bombas de hyroshima y nagasaki (18Kt), su explosión llegó a los 57 Mt, equivalente a 57 millones de toneladas de TNT. Fue y sigue siendo, la mayor de la historia. Realmente su diseño permitía llegar a una explosión de 100 megatones, sin embargo esto se redujo por razones científicas y ecológicas, vamos, que no querían cargarse el planeta de un plumazo.
En contraste, la bomba más potente fabricada por los Estados Unidos, la B41, tenía una potencia nominal máxima de 25 Mt, y la detonación más potente correspondió a la bomba "Bravo" (Operación Castle), de 15 Mt. En comparación con la potencia de la Bomba del Zar (57Mt), los meteoritos que originaron los cráteres de Chicxulub y de Wilkes Land tenían una potencia casi cuatro millones de veces superior.
Cuando explotó, la onda expansiva dio 3 vueltas a la tierra, se rompieron cristales gruesos a 1000Km y a 100Km, un hombre recibió quemaduras de tercer grado. Las ondas sísmicas producidas fueron medidas alrededor de todo el planeta.
La Zar no era una bomba realmente útil para la guerra, ante la necesidad de emplear un bombardero modificado, con la consiguiente imposibilidad de lanzar la bomba a largas distancias.
